(Por Rodrigo Arias) - Quiero decirles que fui a Ekoparty con muchas expectativas y me llevé varias sorpresas. Cuando me dijeron que era un evento de Seguridad Informática, me imaginé una propuesta típica a la que nos tienen acostumbrados las Ferias y Congresos, con espacios monótonos, poco interactivos para una generación nativa digital, 2.0.
Sin embargo, al ingresar al Konex, y encontrarme con un maniquí colgado, mi prejuicio empezó a cambiar.
Claro, en Ekoparty, descubrí Stands interactivos, donde se podía jugar, intercambiar opiniones, proponer…
El maniquí esperaba que algún “experto” pudiera resolver el enigma que lo llevó a tal fatal destino. Cerca de allí unos autos/robots daban vueltas ante la mirada del público.
Mientras mi mirada se perdía ante cada uno de los stands, los concurrentes se agrupaban y debatían las propuestas. La mezcla de idiomas, debido a la nutrida concurrencia internacional, convertía a Ekoparty en una réplica de Babel.
Sobre el final, Jerónimo Basaldúa, uno de los organizadores, instructor de la Academia Local de la Red Proydesa, me contaba que hasta tenían previsto importar un cajero para demostrar su vulnerabilidad, pero que ciertas restricciones aduaneras habían postergado el número para el año próximo.
Allí estaré nuevamente. Para disfrutar de una cantidad considerable de ingenio, creatividad e intercambio. Sí, en Ekoparty 2011.
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